domingo, 1 de marzo de 2009

El marido detrás de la rubia

El ingeniero comercial Rodrigo Alonso acompañó a Soledad Onetto durante su desempeño como animadora del Festival.

El marido detrás de la rubia. El hombre junto a Soledad Onetto en Viña. El ingeniero comercial Rodrigo Alonso quedó encantado con las noches en la Quinta Vergara y con el papel de su esposa oxigenada.

Y cada noche llegaba con ella. Se ubicaba en los palcos de honor. Es tan bajito como la animadora. Pero se hacía notar entre el público. Saludándola. Dándole ánimos. Casi más que Camiroaga. Y la conductora que cantó una balada de amor con Luis Fonsi, bailó con Simply Red y jamás besó en la boca al galán del matinal, le respondía con gestos.

Miradas cómplices desde el escenario. Le decía hola con la mano. Pendiente también de él.

"A Rodrigo le encantó la farándula y estaba fascinado con toda esta cosa del Festival", comenta uno de los cercanos a la periodista forrada en Valentino. Y aunque se cuidó de no ser entrevistado ni fotografiado, Alonso no dejó sola a su mujer.

En la gala ya estaba instalado con ella. Casi siempre de traje negro y el peinado con chasquilla. Nunca se le vio de mal ánimo. Y ese día esperó que Onetto posara para los flashes, modelara su pollera estilo Lo que el viento se llevó y cuando todos bailaban desenfrenados, cuando Catherine Fulop ardía en la pista, él tomó del brazo a la rubia y se unió a la pachanga. Aunque sólo hasta poco después de la medianoche.

En el ensayo general de la jornada inaugural estuvieron los dos. Alonso se paseó por cada rincón para supervisar cómo se escuchaba la voz de la animadora. Se quedaron en el Hotel del Mar y se trasladaban en la misma van Mercedes Benz.

Detrás del escenario permanecían unidos. El ingeniero se iba al vip o la acompañaba en el backstage. Todo el rato. "Rodrigo estaba siempre abrazándola, besándola, muy, pero muy cariñoso, a pesar de que al principio del Festival era más intenso", comentan las mismas fuentes.

Aunque a pesar de tanta complicidad, "Alonso no es de esos maridos metiches, que andan opinando de todo", dice otro amigo de Onetto.

El tiene 39 y ella 36. Se conocieron en 1996, durante una cita a ciegas. Pololearon cuatro años y el gerente de una automotriz quería que se fueran a vivir juntos. Pero la figura de Canal 13, muy católica, repondió que no.

Le dio un ultimátum. Le pidió que la opción era el matrimonio. Casamiento o nada. Que tenía un mes para pensarlo. Hasta que el novio se decidió. Finalmente.


Fuente: http://www.latercera.com/


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